jueves, 22 de diciembre de 2011

La que no escatima

Te paseas por los recuerdos,
en momentos en que tengo
los ojos entreabiertos.

Desfilando así, en tetas.
Victoriosa y segura.
Erguida, madura.

Se ve, por la estela que dejas al pasar,
que tus ausencias
pesan mas que tu presencia.

miércoles, 21 de diciembre de 2011

Mi vida sin ellas.

-         Tú casa, el edificio…
-         ¿Mi edificio, que tiene mi edificio?
-         No me gusta. No me gusta la portera, vieja chismosa, todo el día fumando en la vereda. No me gustan los vecinos, con miedo a que les robe cada vez que te espero abajo. Tampoco me gusta tu casa en si. El departamento, mirando al este. Con el sol en la cara todas las mañanas.
-         ¿Entonces vos decís que me dejas por mi portera, los vecinos y porque al departamento le da mucho sol? Sos un terrible pelotudo Rodrigo.
-         El sol le da de mañana, ese es el problema. Pero para, no te enojes. Puede ser que yo sea un pelotudo, pero ¿Nunca se te ocurrió mudarte a vos?
-         Sos un imbecil.
-         Y además esta lo de tu vieja.
-         ¿Que pasa con mi vieja?
-         Ya te dije que no la aguanto y se me nota. Y me hace sentir peor, odio ser poco amable, por eso evito a la gente que me desagrada. Pero como evitar a tu madre!
-         Pero si la viste una vez nada mas!
-         Si, pero no me sentía tan mal desde el partido con Suecia en el 2002.
-         Sos un exagerado, y un pelotudo. Si ya no me queres mas ¿Por que no me lo decís?
-         Es que yo si te quiero, pero cada vez que me acuerdo de la sensación de estar con vos, en tu casa, escuchándote hablar por teléfono con tu madre… Que escalofríos! Pero podemos ser amigos, como antes…
-         No entendes nada!
-         Si, si que entiendo. Capaz que nos adelantamos, yo recién estoy llegando a los 30, estoy saliendo al mundo adulto. Tengo ganas de viajar, de conocer, conocer otras personas.
-         ¿Y para que me decías que me amabas, que era la mejor mujer del mundo?
-         ¿Como voy a decir que sos la mejor, la mejor mujer del mundo? Para eso tendría que conocer a las otras tres mil millones de mujeres y después, compararlas. Que se yo si en la china, no hay una, sino millones de mujeres mejores que vos.
-         Se termino. Vos no te vas, yo te echo.
-         Pero espera Paula no te precipites que la pieza de mis viejos la liberan en una semanita, necesito que me hagas el aguante. Para, para, baja eso. Ahí agarro la valija. Para, en serio! Al final vas a ver que nos vamos a amigar.
-         Tómatelas imbecil, dale.


Al salir del edificio, escuchar el portazo de la entrada y después de despedirse del kiosquero de enfrente, Rodrigo se subió al primer taxi que apareció en la noche. Con una sonrisa saludo al tachero. Se desplomo en el asiento y se quedó pensando de la que se había salvado…