miércoles, 22 de agosto de 2012

Solo tenemos ciencia


Hoy decidí ponerle manos al asunto. Porque así como estoy seguro que bancarles la noche y el trago a mis amigos, es una forma de distribuir la riqueza del estado nacional, usar mis horas oficiales de trabajo para escribir esta mierda, es una forma de ajusticiar al sistema. Una pequeña venganza. Una pequeña y estúpida venganza. Entonces, escribiendo de a pocos renglones, ocultando de a ratos lo que escribo. Expuesto al acecho de chusmas que polulan en los pasillos controlando si trabajas o no. Ni siquiera es su obligación. Lo hacen gratis. La gente hace un montón de hijaputeces de forma gratuita.
Volviendo al asunto, hoy estoy haciendo un pequeño gran acto de justicia y estupidez. Porque podría seguir  el juego: Simulando producir conocimiento, simulando producir conocimiento útil para mantener el status quo de este mundo de mierda. Y no, nada de lo que a mí se me ocurra sentado en mi sillón o en ese cochino laboratorio le servirá a nadie más que a mí. Es una mentira que la ciencia ayuda a la gente, la “ciencia” no es un sujeto, la “ciencia” no tiene domicilio, la “ciencia” ayuda menos a la gente que caritas, y tiene aún mejor prensa.
Hace siglos que hablamos de la pobreza, hay gente en las universidades que sabe todo lo que se puede saber sobre la pobreza, hay “doctores” en pobreza… Y nada ha cambiado, ya sabemos todo lo que necesitaríamos saber para poderle darle agua potable y alimentos a todos los niños de este país y lo sabemos desde hace muchísimos años. La idea de que el progreso científico es progreso per-se, es, además de estúpida, particularmente peligrosa. No está bien invertir en ciencia por invertir en ciencia. NO LO ESTÁ. Nos comportamos como devotos de esta religión pedorra, en donde ni siquiera tomamos vino, pero TODOS los que participamos actuamos como una tribu de prestigiosos boludos que viven en un frasco lleno de gas con olor a pedo.
Es una lástima, porque ese es el discurso que nos han vendido y es un discurso en el que nos gusta creer, desde trotskistas, hasta fachos, pasando por nacionalistas de discurso mediocre: “El país necesita científicos, necesita más ciencia” el país NO necesita más ciencia, los que necesitan más ciencia son los mismo que se benefician de los que producimos ciencia, sean de acá o de afuera. La ciencia no es impoluta, la ciencia es un campo eminentemente político. Intentar separar conocimiento de política es negar la intencionalidad en cuanto al desarrollo de ciertos campos que se investigan en detrimentos de otro, es obviar que la separación de la producción científica de su correspondiente praxis social es una idea que responde al interés de las clases dominantes. Es ser lisa y llanamente un pelotudo. El rótulo de hijo de puta solo le cabe a los que nos quieren convencer de estos axiomas.