domingo, 26 de mayo de 2013

Los números rojos



Apelamos a la excepcionalidad.
Dije, en una vocecita muy baja y firme:
Apelamos a los fines de semana,
los primeros 15 días
con una mina,
con los pibes.
Vacaciones,
un 7 por 7.
La excepcionalidad,
nos la han vendido,
la hemos comprado.

Juan me escucho atentamente,
termino lo que tomaba
y se prendió
otro cigarro.
Luego pensó que,
la excepcionalidad

no estaba tan mal.

jueves, 2 de mayo de 2013

El Angel de mi cuadra no quiere laburar


Sobrevolaba las calles del barrio. Iba de una cuadra hacia otra, sin esfuerzo se deslizaba por los aires con la garganta tomada y un poco de mocos. De vez en vez bajaba del todo, generalmente en lugares y horas poco populares. De vez en vez también alguno lo veía, y el inoportuno filosofaba entre hacerse el desentendido o salir corriendo a los gritos.
De 35 personas de la cuadra 34 estaban seguras de su existencia, era tal su popularidad que los niños jugaban a ser el en los recreos y las horas libres. No quedaba un rinconcito de esa parte de la ciudad que no hubiese escuchado la historia del “Angel al pedo”. Un superhéroe especialmente común. Que podía volar,  está claro que eso no es algo normal, pero aparte de eso, poco y nada. Y tampoco es que usase su “superpoder” para alguna causa noble o expuria, simplemente le gustaba volar tranquilo, en las noches que no lloviese ni soplase el viento sur. Un patriarca del ocio, un tipo sencillo y con alas al pedo, como todos.