sábado, 26 de octubre de 2013

Juan

Juan era ciego. Y como todo ciego era bastante desconfiado e hijo de puta. Ciego de nacimiento. No conocía la oscuridad ni tampoco la lucidez verdadera. No había visto nunca un perro, ni una flor, ni una teta. Tocaba, si, pero tocar no es lo mismo que ver… Solo en su colchón imaginaba mujeres de tetas firmes y culos enormes que se apretaban contra su sexo. Las deseaba tanto que las sentía mientras se tocaba y lamía a sí mismo.
Para otros eran apenas 15 o 30 minutos de una gimnasia reconfortante y placentera. Para el, era ni más ni menos que LA REALIDAD.

domingo, 26 de mayo de 2013

Los números rojos



Apelamos a la excepcionalidad.
Dije, en una vocecita muy baja y firme:
Apelamos a los fines de semana,
los primeros 15 días
con una mina,
con los pibes.
Vacaciones,
un 7 por 7.
La excepcionalidad,
nos la han vendido,
la hemos comprado.

Juan me escucho atentamente,
termino lo que tomaba
y se prendió
otro cigarro.
Luego pensó que,
la excepcionalidad

no estaba tan mal.

jueves, 2 de mayo de 2013

El Angel de mi cuadra no quiere laburar


Sobrevolaba las calles del barrio. Iba de una cuadra hacia otra, sin esfuerzo se deslizaba por los aires con la garganta tomada y un poco de mocos. De vez en vez bajaba del todo, generalmente en lugares y horas poco populares. De vez en vez también alguno lo veía, y el inoportuno filosofaba entre hacerse el desentendido o salir corriendo a los gritos.
De 35 personas de la cuadra 34 estaban seguras de su existencia, era tal su popularidad que los niños jugaban a ser el en los recreos y las horas libres. No quedaba un rinconcito de esa parte de la ciudad que no hubiese escuchado la historia del “Angel al pedo”. Un superhéroe especialmente común. Que podía volar,  está claro que eso no es algo normal, pero aparte de eso, poco y nada. Y tampoco es que usase su “superpoder” para alguna causa noble o expuria, simplemente le gustaba volar tranquilo, en las noches que no lloviese ni soplase el viento sur. Un patriarca del ocio, un tipo sencillo y con alas al pedo, como todos.



lunes, 14 de enero de 2013

Son dos


Son dos. Los voy midiendo desde la esquina de 27 y Maipú, la del quiosquito. Un ella y un él. Encimados, ensimismados contra la pared. El farol de la calle y la noche los pintan de negro y naranjas. Sigo caminando por su vereda. A los 20 metros él ya está dentro de ella. Cuatro, cinco pasos más. Los miro y no se inmutan ni un instante. Aquí en la ciudad de las iglesias, 440 años después, cojemos en las calles. Gracias a dios.
Paso lo más cerca que puedo. Me esfuerzo en rozarlos, toco algo, un culo, una teta, un codo. Sigo de largo. Todo rígido, camino lentamente. Espero que de pronto se den vuelta y me noten. 
Llego a la esquina y me detengo a mirarlos. Los veo separarse: El le da un beso, ella se arregla el pelo, se caga de risa. Suben a una moto y pican en contramano por 27. De fondo la espalda de la piba brilla en la calle. Toda blanca, como la cal del paredón.

miércoles, 22 de agosto de 2012

Solo tenemos ciencia


Hoy decidí ponerle manos al asunto. Porque así como estoy seguro que bancarles la noche y el trago a mis amigos, es una forma de distribuir la riqueza del estado nacional, usar mis horas oficiales de trabajo para escribir esta mierda, es una forma de ajusticiar al sistema. Una pequeña venganza. Una pequeña y estúpida venganza. Entonces, escribiendo de a pocos renglones, ocultando de a ratos lo que escribo. Expuesto al acecho de chusmas que polulan en los pasillos controlando si trabajas o no. Ni siquiera es su obligación. Lo hacen gratis. La gente hace un montón de hijaputeces de forma gratuita.
Volviendo al asunto, hoy estoy haciendo un pequeño gran acto de justicia y estupidez. Porque podría seguir  el juego: Simulando producir conocimiento, simulando producir conocimiento útil para mantener el status quo de este mundo de mierda. Y no, nada de lo que a mí se me ocurra sentado en mi sillón o en ese cochino laboratorio le servirá a nadie más que a mí. Es una mentira que la ciencia ayuda a la gente, la “ciencia” no es un sujeto, la “ciencia” no tiene domicilio, la “ciencia” ayuda menos a la gente que caritas, y tiene aún mejor prensa.
Hace siglos que hablamos de la pobreza, hay gente en las universidades que sabe todo lo que se puede saber sobre la pobreza, hay “doctores” en pobreza… Y nada ha cambiado, ya sabemos todo lo que necesitaríamos saber para poderle darle agua potable y alimentos a todos los niños de este país y lo sabemos desde hace muchísimos años. La idea de que el progreso científico es progreso per-se, es, además de estúpida, particularmente peligrosa. No está bien invertir en ciencia por invertir en ciencia. NO LO ESTÁ. Nos comportamos como devotos de esta religión pedorra, en donde ni siquiera tomamos vino, pero TODOS los que participamos actuamos como una tribu de prestigiosos boludos que viven en un frasco lleno de gas con olor a pedo.
Es una lástima, porque ese es el discurso que nos han vendido y es un discurso en el que nos gusta creer, desde trotskistas, hasta fachos, pasando por nacionalistas de discurso mediocre: “El país necesita científicos, necesita más ciencia” el país NO necesita más ciencia, los que necesitan más ciencia son los mismo que se benefician de los que producimos ciencia, sean de acá o de afuera. La ciencia no es impoluta, la ciencia es un campo eminentemente político. Intentar separar conocimiento de política es negar la intencionalidad en cuanto al desarrollo de ciertos campos que se investigan en detrimentos de otro, es obviar que la separación de la producción científica de su correspondiente praxis social es una idea que responde al interés de las clases dominantes. Es ser lisa y llanamente un pelotudo. El rótulo de hijo de puta solo le cabe a los que nos quieren convencer de estos axiomas.



domingo, 27 de mayo de 2012

Ahora y no en otro momento.



Te has demorado chinita
en darte cuenta que,
TODO LO QUE HAGAS en este viaje,
tendría alguna consecuencia

Y seguramente, 
alguna ley de la física, 
lo explicará mejor 
con mayor exactitud y elegancia 

Pero lo que trato de decir 
es que jamás pisarás con fuerza 
esta, o cualquier otra tierra, 
sin dejar mancha 

NO PODRAS AMAR DE VERDAD 
sin joder a alguien, 
sin quedar todo roto, a veces. 
Dando vergüenza 
aunque mas no sea, 
para recordarlo 6 meses después 
y reírte del asunto... 

Nada se quema si no le das mecha: 
El pasado, el presente y lo que preocupa. 

Te vas a chamuscar las manos, 
y el humo te va a hacer lagrimear lo ojitos 
y te endurecerá los pulmones. 

Puedes, también, quedarte tranquilo 
con la carta que te dieron al nacer, 
aferrada debajo del brazo. 

Puedes, también, morirte como esperas: Gustoso 
y aquí, no ha pasado nada. 

Ahora si puedes, por supuesto que siempre puedes, 
escribir un poema y salir indemne... 
llegado ese momento 
por el bien de las ballenas y el amazonas, 
puedes ir acelerando el trámite...